Thursday, June 12, 2008


Dibujos Animados

En el desierto. Pensé, en el desierto no hay nada, por eso es desierto. Incapaz de plasmar lo que sentía con una fotografía, decidí observar. Calor, desierto, sol que me atraviesa estrellas infinitas en la oscuridad de la luna nueva, viento que no me deja ver la nada, mi perro me mira no muy contento, sueña con un río de agua fresca que corre por su pancita calurienta, carretera una, chabolas a su vera, gentes en ellas que esperan, no, no esperan simplemente pasa el tiempo y pienso, que comen, que sueñan, que sienten. Paso rápido, pero sus miradas y la mía perduran en nuestra mente. Los días pasan y solo puedo mirar. Camellos ( en verano a Senegal, suben a Mali con las lluvias, luego se desplazan a Mauritania, pueden estar hasta un mes sin beber y son caros hasta 400 euros) , burros, cabras y vacas del desierto son iguales pero sin pelo. Muchos de estos atropellados adornan la carretera. Si mueren antes de ser matados a la manera tradicional mirando para la meca, cortándoles el cuello y recitando unas palabras no se los pueden comer, ya se encargan los cuervos. País islamista. Turbantes, túnicas, rezan todos al mismo tiempo, para mear se acunclillan. Sigo solo, pienso y pienso hasta que no pienso nada. El tiempo desaparece el sol se sumerge en una duna, cocino el viento se va, las estrellas me enseñan el norte. Ya no estoy en ningún sitio, estoy simplemente, duermo sueño y todos mis sueños miran al pasado a mi familia a mis amigos y pienso mucho en ellos, el calor me castiga tanto que cambia algo dentro de mi ya no cago, me duele todo sudo tanto que mi cara se llena de granos, sin fuerzas pa nada, mi perro me mira y llora 55 grados con 0 humedad. Bebo 5 litros de agua al día y no meo. Conozco a Coné y me hospeda en su casa. Ducha mirando a las estrellas con un cacito a las 12 de la noche, comemos, el te y dormimos bajo el manto de estrellas. Felices siempre riendo sus dos hijos y su mujer. Simplicidad. Desierto simple, directo, nada se esconde en esta inmensidad solo hay que aprender a verlo. Miradas de horizonte.
El pequeño Vieu me enseña a jugar con un objeto que encontró esa mañana en la calle, lo cojo hago el ruido de un coche y avanzo y el me dice no lo coge hace el mismo ruido, pero esta vez dándole la vuelta al objeto y se ríe, que loco yo, estaba andando con el coche boca abajo. Hablo mucho con su padre, guerras conflictos, lenguas, terrorismo, Islam, política, hambre, Desierto. Comemos, dormimos, me baño, sato sigue pensando en los ríos de Suiza.

El camellero sabía que si se le acababa el agua, tendría que matar a uno de sus camellos y eso el camello lo sabía. El burro sabía que él solo no podría atravesar el desierto, necesitaría de un camello para transportar su agua. La cabra sabía que ella tampoco sería capaz de atravesar el desierto sola necesitaba de un burro para transportara su alimento y de un camello para su agua. La vaca sabía que ella no se podía mover del Oasis, si se adentraba unos kilómetros en el desierto moriría de sed Y todo esto el camello lo sabía. Sin el nada de esto era posible, porque el desierto había nacido con él.
El camellero también sabía de esto. ¿
Y por que el camello no escapaba? no estaba atado, era capaz de vivir en absoluta libertad sin necesitar del hombre.
Ves todo lo que esta a tu lado, si, nada dije, no, aquí esta todo lo que necesito para vivir, arbustos, agua en invierno y compañía. Me gusta ver como las cabras juegan, los burros son muy graciosos un poco tontos, pero graciosos, con las vacas no me hablo mucho, pero me gusta verlas. Y con los hombres, no se los veo tan débiles que siento la necesidad de ayudarlos. Sin mi, todos estos animales morirían y me llegaría la tristeza.
Dicen que si un camello llora ese año no lloverá. Hace millones de años Africa era un bosque, pues cuenta la leyenda que un príncipe llamado Baba tenía un camello, el camello y el eran como uña y carne, pasaban el día entero jugando. El tiempo pasó y con él el príncipe creció, ahora las responsabilidades no le permitían jugar con su amigo el camello. El príncipe aprendió de política, guerras, economía y de todas esas cosas tan importantes para la vida. El príncipe que cada vez más realista y sincero decidió acabar con su relación con el camello. Le dijo, te quiero mucho camello, pero ya no te necesito, para cargar tengo burros que cargan mas que tú, para transportarme tengo este hermoso caballo y para jugar ya no tengo tiempo. En premio de tu fidelidad ordenare que te lleven a ti y a tu familia al Sahara allí podrán vivir tranquilos. Acabadas estas palabras el rey se despidió con una pequeña caricia en el lomo del camello. Cuentan que nada más girarse el camello comenzó a llorar, estaba tan triste que en el reino del rey ya nunca llovió, los bosques se transformaron en arena. Los animales migraron y más solo el camello se quedó. Cuentan que de su llanto nacieron los Oasis. Aquí la vida es posible. Por eso amigo un camello si lo sueltas no se escapa

El desierto es un lugar en el que si te olvidas de lo que tienes te olvidas de ti mismo, desapareces, el desierto es la soledad de un cuarto con la ventana cerrada. En el desierto lo más importante es la compañía, el desierto es compartir, hasta la última gota de agua sin saber si vas a conseguir más. Si se muere tu camello te beberás su agua, pero estarás muerto sin su compañía.

Si no compartimos lo que somos no somos nadie.

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