Amanecio con lluvia, el viento soplaba con fuerza así que decidí recoger las velas, mi barco no era un barco de carreras. El sol escondido entre algodones secaba mi ropa. En mi mente atravezar las grandes olas suizas. Alpes. Para que se imaginen, las olas eran tan grandes que sus crestas eran icerberg.
Pero hoy la naturaleza no era mi enemiga. Como de la nada un barco mercantil en popa hacia colisión.
Amanecio y ya no llovia. Mi barco se encontraba varado en un muelle que no conocia. Al parecer otro barco me vio en altamar y me arrastro a tierra. He decidido permanecer en la isla, aqui es mas facil reparar mi barco, continuo cuando este listo